Nuevamente he recibido correos basura, tanto en el de CANTV como en el MSN. Yo me había dicho descansar un poco y ser mas creativo y menos politico. Cercanos a mi me lo comentaron pero no puedo dejar de pensar en las nuevas generaciones que vienen detrás de mi. A ellos en particular va mi motivación por que lean, escuchen todo tipo de música, vean teatro y revisen la prensa oficialista y de oposición. Tengo dos hijos de 15 y 19 años a quienes les debo por lo menos la oportunidad de que evalúen por su propio albedrío y en libertad lo que les ha tocado vivir, y si mantener mis creencias significa los correos recibidos, pues bienvenidos sean. Yo les responderé nuevamente con algo que publique en mi primer mes de bloguero.
"I will survive; He gave me life;I stand beside the Crucified One;I can go on; I will be strong;For my strength to live is not my own;I will survive!"“Mi voz puede volar, puede atravesar cualquier herida, cualquier tiempo, cualquier soledad. Sin que la pueda controlar, toma forma de canción. Así es mi voz, es alegre, es alegre mi corazón. Y volara….”De este modo Celia Cruz cantaba la versión en español de la pieza que la norteamericana Gloria Gaynor magistralmente inmortalizo para todos los melómanos del orbe en la década de los 70, y cuyo titulo he tomado para dibujar esta crónica.Voy a hablar en primera persona del plural. Suelo defender mi resistencia a las identidades tribales, pero hoy asumo un nosotros. Hoy quiero hacer visible mi pertenencia a una capa de esta sociedad Venezolana de la que me siento orgulloso y que pienso defender, una capa que se llama “Clase Media”.No es fácil describirnos. Hay unos indicadores por ahí que dicen que si devengamos salarios entre tanto y tanto somos de clase media, o C+, o B, o B-. Es una manera de definirnos por lo que poseemos o tenemos como alquilar un techo seguro, un empleo con prestaciones, un colegio privado para los chamos, unas eventuales vacaciones y la nevera relativamente bien provista.Pero esta clase media, de mi país Venezuela, es además un modo de vida, una cultura, no solo un balance bancario. Es una colección de discos de Jordano y una vajilla de Beco. Es un domingo de cine y una Semana Santa en Margarita. Es una silla que los abuelos compraron en Hervigon, un viejo taxi de juguete de Nueva York, una receta incomparable de asado negro que nos enviaron por e-mail, un escarabajo Volkswagen que ronronea orgulloso de su edad o un Corsa con una calcomanía de Batz Maru y la banderita de un ancestro ibérico.La clase media, de este mi país Venezuela, es muchas cosas a la vez, Si somos huidizos a la clasificación es por que nos parecemos a mucha gente. De hecho, siempre es discutible que se nos vea como un grupo, mas bien aparecemos como una franja intermedia en el espectro que desde la indigencia que duerme a orillas del Guaire a la opulencia de quien se traslada en un jet privado. Uno y otro son mundos muy distintos al nuestro, pero aun así tenemos cosas en común. Bailamos, comemos y hablamos parecido, ¿O NO?Tal vez no lleguemos al 30% de la población, sin embargo hemos tenido una fuerte influencia en el país. Hemos dado deportistas, buenos políticos, cientos de intelectuales y docentes, empresarios responsables que generan empleos, reinas de belleza y artistas excepcionales. Hemos dejado nuestro sello en las ciudades Venezolanas y en muchas extranjeras, “MADE IN CLASE MEDIA VENEZOLANA”.Es cierto que hemos cometido errores, excesos, faltas a las normas y muchas veces hemos sido poco solidarios. Hemos sido poco propensos al ahorro y nada dados a la lectura, engañados por una época en la que creíamos que siempre íbamos a vivir en una Venezuela civil, segura y prospera, que parecía encaminarse con paso juvenil y cadencioso hacia el Primer Mundo.Pero estas fallas son comunes a cualquier burguesía del planeta. No nos ha gustado más el llevar ropa de marca que al resto de la sociedad contemporánea. Quien este libre de consumismo, de ambición, de frivolidad, que tire la primera piedra. Sobre todo en esta joven y hedonista Venezuela, con tantas dificultades para pensar en el futuro.Por otro lado, somos nosotros quienes desarrollamos siempre el impulso para que las cosas mejoren. Unos están demasiados abrumados por las necesidades de la supervivencia y otros carecen de motivos suficientes para alterar una circunstancia que les es muy favorable; así que usualmente la clase media es la que pone las ideas y el liderazgo de las transformaciones verdaderas.Por todo esto me atrevo a decir, “SOBREVIVIREMOS”……Enunciado de la Clase Media Venezolana: Nosotros la clase media, la entusiasta y flexible, que se atreve a comer Sushi sin abandonar la arepa, merecemos respeto. Somos gente de estudio y de trabajo que además quiere pasarla bien. Somos gente que no se va a dejar ningunear por nadie y que no se va a dejar extinguir. Nosotros, la clase media Venezolana, levantamos la frente sin perder la sonrisa.